Tenía un pequeño rasguño en la parte izquierda de la frente, pero lo olvidó cuando le cogió el mentón y lo acercó a su rostro.Ella inclinó la cabeza hacia atrás y sintió cómo todo su cuerpo se destensaba expectante.
Al final, por fin, la besó, con tal ímpetu que la dejó sin aliento.La besó como si ella le perteneciese, de forma completamente natural, cómo si ella fuera una parte que él hubiera perdido y que por fin pudiera recuperar.
Entonces empezó a llover.El agua les empapó el cabello y se deslizó por sus rostros hasta su boca.La lluvia era cálida y embriagadora, como sus besos.
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