Si nadie espera en casa, para qué llegar.

Dime quién me enturbia el sueño del ocaso a la mañana,quién hipotecó la risa y embargó mis ganas de asomarme al mundo, de abrir todas las ventanas.Dime por qué mojo mis pestañas, por qué cambiaron los planes y acabé sola allá donde nunca hay flores,donde no existen colores.Me aburren las calles, me aburre el sofá, las tardes de lunes teñidas de gris.Me quedan los recuerdos, los brindis, las ciudades, el whisky, el hielo, los caminos, las canciones, los ríos, las montañas, donde poder perderme y evitar mil lágrimas al alba.Mil lágrimas al alba mojando mi mirada y ahogando mi alma.
Juntar penas y alcohol, mezcla fatal.¿Quién mueve los hilos para volver a empezar?

Tengo banca rota de ilusiones y en mi negro corazón cien alfileres.