No quiero perder la razón mirando cada instante a mi alrededor, sabiendo que no llamarás, ni te cruzarás, que no vas a estar; pero es que es tan fácil pensar que cierta tarde tonta nos podemos cruzar.
Puede que no te vuelva a ver en tres o cuatro años con la vida al revés, quizás entonces pueda ser otra tarde gris a punto de
llover, sé que entonces sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario